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Peligro de contagio. Aeroméxico satura vuelos y permite viajar sin cubrebocas

Médicos consultados por EMEEQUIS advierten que el riesgo de contagiarse de coronavirus en un avión es el mismo que en cualquier otro transporte. Un momento especialmente peligroso es cuando se sirven los alimentos, pues todos se quitan el cubrebocas.

8 / 07 / 20

EMEEQUIS.– Vuelo Ciudad de México-Cancún lleno. Al abordar y al descender gente amontonada en el pasillo. Durante el viaje, varios pasajeros con el cubrebocas en el cuello, sobrecargos portando de manera inadecuada su equipo de protección…

Sin olvidar cuando se llega al asiento designado con rastros de comida. Es la postal con la que se encuentran clientes en sus viajes por Aeroméxico, según lo narrado por pasajeros.

Expertos en epidemiología e infectología consultados por EMEEQUIS advierten que el riesgo de contagiarse de coronavirus en un avión es el mismo que en cualquier otro medio de transporte. 

Incluso puede ser peor, por factores como la ventilación, que puede dispersar el virus, contrario a lo que las aerolíneas dicen: que es efectiva para su destrucción.

Por eso consideran que debe ser obligatorio el uso de cubrebocas –salvo para comer–, así como una menor ocupación de asientos y hacer desinfección y limpieza entre vuelos.

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Las acusaciones de pasajeros hacia las aerolíneas son cada vez más frecuentes, por no cumplir a cabalidad las medidas preventivas contra la Covid-19. 

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Destaca el caso de Aeroméxico, pues acumula gran parte de las quejas. Cuando los pasajeros exponen su descontento, se justifica con que sus acciones de seguridad e higiene son efectivas y suficientes.

En México, los casos confirmados de Covid-19 a nivel nacional suman 462 mil 690 y los decesos 50 mil 517 (hasta el jueves 6 de agosto). En la “nueva normalidad” hay días en que los diagnósticos siguen rompiendo récord, como sucedió apenas el 1 de agosto, cuando las autoridades de salud reportaron 9,556 nuevos contagios.

Mientras que el gobierno es estricto con otros sectores, a los que impone medidas obligatorias para reactivar su operación, en el transporte aéreo no hay regla alguna que le prohíba a las aerolíneas saturar los vuelos, aun cuando uno de los máximos ejes es el distanciamiento social. 

Un empleado de Aeroméxico con el equipo de protección mal puesto. 

UN RIESGO INMINENTE

Juan Luis Mosqueda Gómez, médico especialista en Infectología y director general del Hospital Regional de Alta Especialidad del Bajío (HRAEB), explica que los tres principales factores para el contagio son: la cercanía, el tiempo de exposición y la (falta de) ventilación.

Asegura que en un avión es claro que hay un riesgo: en primer lugar, para el que va sentado al lado de la persona con el virus. El peligro de contagio va aumentando conforme el tiempo de convivencia sea mayor. 

Destaca que las gotas de saliva que miden más de 5 micras llegan a alcanzar 1.5 metros de distancia, es por esto que reitera la necesidad de proteger ojos, nariz y boca.

“Hay un estudio muy interesante, que publicaron los chinos, de cómo pasaban estas cosas en los trenes. Y, obviamente, cuando los viajes son largos, me refiero a más de una hora, el riesgo se incrementa”.

Eso no es todo. Es todavía más peligroso si es un área no ventilada, como sucede en un avión, porque, aunque tenga el aire, este recircula, no está ventilando al exterior. “Incluso los virus podrían llegar a viajar, ayudados por el airecito del avión, hasta más distancia de los dos metros, puede ser hasta el otro extremo. Por eso es el mejor ejemplo donde es fundamental el uso de cubrebocas”, comenta.

De acuerdo con una clasificación de los niveles de exposición a contagio de Covid realizada por la Asociación Médica de Texas, en una escala de 1 a 10, el viajar en un avión lo ubica en el 7, en un punto de riesgo alto.

Pero las compañías aéreas repiten una y otra vez que sus filtros de aire de partículas de alta eficiencia (HEPA) eliminan las bacterias y virus en un 99.9%.

EL PUNTO MÁS PELIGROSO

Óscar Flores Munguía, médico epidemiólogo del ISSSTE, coincide en que si no se apegan estrictamente a las medidas de prevención, efectivamente hay riesgo de contagio. Lo que más le preocupa y pone sobre la mesa es cuando se distribuyen las bebidas y los alimentos, pues en ese justo momento todos se retiran el cubrebocas.

“Ahí es donde pudiera existir un mayor riesgo. Aquí sí es importante que tal vez se pudieran plantear estrategias”, una de las que ve viable es que esto pudiera darse de forma escalonada y no al mismo tiempo.

En una medida más estricta, Mosqueda, el director del HRAEB, indica que esto incluso debería prohibirse, porque en caso de ir una persona infectada “ahí ya valió todo”, haciendo hincapié de nueva cuenta que el cubrebocas debe usarse en todo el traslado.

DISTANCIA INFLUYE EN RIESGO

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por su sigla en inglés) ha mantenido su postura de que el distanciamiento, al dejar libre el asiento de en medio, no es una opción, por la poca rentabilidad que esto causaría a las aerolíneas. Además que no es de mucha utilidad, pues la separación que se plantea es de uno a dos metros y en muchos casos la distancia entre los asientos de los aviones es inferior a los 50 centímetros.

No obstante, los expertos apuntan que esta medida sí reduciría el riesgo de contagio. Flores Munguía considera que es algo que debería estar vigilado. Señala que si esta medida se adopta en otros lugares, incluso en las mismas salas de espera de los aeropuertos, tendría que aplicar también para los aviones. Agrega que muchas veces las gotas de saliva pueden tener un alcance menor a 1.5 metros.

Y el doctor Mosqueda Gómez dice que, obviamente, entre menos ocupación tenga el avión, siempre va a ser mejor.

El Instituto Tecnológico de Massachusetts publicó un estudio con un modelo estadístico desarrollado por el profesor Arnold Barnett, en el cual se describe que dejar vacíos los asientos de en medio disminuye 50% el riesgo de contagio.

Aunque IATA reconoce que el portar careta y mascarilla es de suma importancia, tanto para el personal aéreo como los pasajeros, esta es una de las grandes quejas contra Aeroméxico, porque, empezando por su personal, en muchos casos no cumple con esto. Mucho menos obliga a las personas a hacerlo una vez estando en el avión.

“Tengo que insistir a la gente que la medida de mayor impacto para no contagiarse es que todos traigan cubrebocas”, no se cansa de decir el doctor Mosqueda Gómez.

En tanto que, Flores Munguía, el epidemiólogo del ISSSTE, agrega que otra cosa de la que él se ha percatado –en sus viajes por cuestiones de trabajo– es que, al entrar al avión, se ofrece gel antibacterial; no obstante, no es obligatorio, es sólo para quien quiera. Esto también debería ser forzoso, ya que, si el pasajero tuvo contacto con una superficie infectada antes, ayuda a eliminar el virus.  

EL ARTE DEL ENGAÑO

EMEEQUIS platicó con varios clientes de Aeroméxico y coinciden que la compañía miente para ganar confianza. Cuando se compran los boletos prometen respetar las medidas de distanciamiento en el vuelo, pero al llegar el día del abordaje, resulta que va saturado.

Mariana platica que, el pasado 10 julio, por cuestiones personales, tuvo que mandar a su hija de 15 años de Ciudad Juárez a la Ciudad de México. “Hablé a Aeroméxico para comprar el boleto. Lo primero que pregunté, obviamente, es si estaban tomando en consideración todas las medidas, tanto en el aeropuerto como en los vuelos. El muchacho me dijo que sí, me aseguró que tenían vendidos sólo 25 asientos, que a lo más que podían llegar era a 35. Se me hizo bien y responsable”.

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Cuál fue su sorpresa cuando su hija le mandó un mensaje contándole que iba hasta atrás y al lado de una señora, que el avión iba lleno y que muchas personas se estaban quejando. Ni siquiera habían limpiado y desinfectado el avión.

“Me comuniqué a la aerolínea para quejarme y su única respuesta fue una disculpa, porque se había vendido todo el vuelo y ya no podían hacer nada. Se me hizo muy injusto que no cumplieran”.

Jorge viajó el 26 de junio a Cancún y lo mismo. Cuenta que le molestó mucho el engaño. “Cuando me metí a la página a comprar el boleto supuestamente sólo vendían uno de cada lado en premier y en turista el de en medio vacío. Al no haber regulación sanitaria al respecto están haciendo lo que quieren… ellos van a seguir vendiendo mientras Salud no se los impida”.

Él se lamenta y dice que, de haber sabido que era así, no hubiera hecho el viaje.

Con Patricio lo mismo, igualmente en un vuelo a Cancún. En el regreso se sintió muy estresado y sólo procuraba no tocarse la cara: avión lleno y con varias señoras con el cubrebocas en el cuello.

Además que el personal de Aeroméxico no hace mucho para implementar las medidas, también es culpa de la gente, comenta. “En ambos vuelos, en cuanto aterrizaron, se paró toda la gente”.

SÍ HAY CASOS

El personal aéreo, por su actividad de estar en contacto con mucha gente y de entrar y salir a muchos destinos del país y del extranjero, está expuesto a los contagios. Los expertos afirman que, de igual forma, debe protegerse adecuadamente.

Un piloto de Aeroméxico –pidió el anonimato– cuenta a esta revista digital que sí sabe de casos de tripulación contagiada, no se sabe cuántos, pero no están exentos del riesgo.

Relata que, a principios de la pandemia, llegó de Ámsterdam a la Ciudad de México y, próximos al aterrizaje, una sobrecargo le reportó que una pasajera venía con mucha tos, estornudos, visible fatiga. Ante esto, aplicó el protocolo, que era proporcionar cubrebocas, avisar a la empresa y al aeropuerto.

Llegaron a pista y ya los esperaban los médicos. Subieron al avión y lo que tardó en ponerse la corbata fue el tiempo que les tomó a los doctores revisar y determinar que se trataba sólo de una alergia, algo que consideró una burla.

Para él es evidente la exposición. Aunque ahora se revisa y se toma la temperatura a los pasajeros, los cuestionarios no son muy confiables, pues pueden mentir o bien ser asintomáticos. 

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El doctor Mosqueda Gómez lo valida: los sobrecargos están más expuestos que el resto de los pasajeros, porque normalmente terminan un viaje y se suben a otro. Deberían portar cubrebocas de forma permanente, además de una protección ocular, ya sea goggles o careta.

Desde el principio de la pandemia se ha dejado ver el riesgo de contagios en aeropuertos y aviones. 

Basta recordar que los primeros casos de coronavirus en el mundo fueron importados…

@ptcervantes

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SOBRE EL AUTOR

Patricia Tapia

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