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Por Juan Ortiz / Lupa Legislativa
EMEEQUIS.– La última semana de abril no solo pasará a la historia como el peor cierre legislativo del Congreso, sino también como un ataque frontal contra nuestra propia democracia.
Los legisladores votaron veinte reformas, con serias implicaciones para el país, de la peor manera: sin leerlas, sin análisis de comisiones ni discusión alguna, en un patio trasero. Y todo esto auspiciado desde Palacio Nacional.
La Cámara de Diputados fue el primer escenario. Morena y aliados presentaron diversas iniciativas en la sesión del 25 de abril. Con su mayoría impusieron su votación inmediata ese mismo día sin siquiera dar la oportunidad de que sus diputados pudieran conocer su contenido.
Pero lo que ocurrió en el Senado fue mucho peor. Y es una historia que se divide en dos partes. La primera, es que los senadores llevan más de un año violando la Constitución. Su obligación es clara y simple. Deben nombrar nuevos comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) en caso de haber vacantes. No lo hicieron, y dejaron pasar el tiempo suficiente para paralizar el pleno de este órgano autónomo.
Las últimas sesiones del Senado eran la última oportunidad de darle un tanque de oxígeno al INAI. Pero la mayoría legislativa negó sus votos para que así ocurriera. Y eso ocasionó la toma de tribuna por la oposición, no sin acusar al Senador Ricardo Monreal, y por lo tanto de Morena, de incumplir con el acuerdo de nombrar por lo menos un comisionado del INAI. Pese a la resistencia y los manotazos del senador César Cravioto contra sus compañeras y compañeros de la oposición, lograron reventar la sesión.
Durante esas horas de incertidumbre, el liderazgo de Ricardo Monreal fue duramente cuestionado tanto por la oposición, como sus propios compañeros de bancada. No era la primera vez que su credibilidad quedaba entredicho ante la falta de acuerdos en el Senado. Incluso la anterior designación de comisionados del INAI, y que fue vetada por el Presidente, dejaba entrever una figura disminuida.
Pero esas dudas se disiparon momentáneamente entre la bancada de Morena. Desde Palacio Nacional fueron convocados por el Presidente López Obrador en un claro desafío a la Constitución, y a la propia democracia. Resultó ser una demostración grotesca del poder presidencial para mostrar un Congreso sumiso, subordinado y sometido, así como un claro mensaje de que su voluntad está por encima de todo, y de todos.
Foto tomada en Palacio Nacional minutos antes de la reanudación de la sesión en el Senado. ¿Y el Poder Legislativo? ¿La división de poderes?
Finalmente se anunció que la Antigua Casona de Xicoténcatl sería la sede alterna. Aunque el acto de resistencia de la Senadora Xóchitl Gálvez, quien se encadenó a la silla del Presidente del Senado, causó que la reanudación de la sesión tuviera que moverse al patio.
Así pasamos a la segunda parte de esta semana negra. Con una oposición decidida a quedarse en la tribuna, mientras que los senadores oficialistas estaban apresurados para cumplir con las nuevas instrucciones del Presidente.
De esta forma en sólo cinco horas el Senado aprobó 20 reformas, en diez minutos cada una, con las siguientes implicaciones:
1. La extinción del INSABI y su sustitución con el IMSS Bienestar, sin rendición de cuentas de los responsables cargo de la salud pública, ni la garantía que aprendieron los errores en su creación.
2. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) podrá operar su propia aerolínea comercial.
3. La creación de un fideicomiso público operado por la Sedena que captará el 80% de los ingresos por visas a extranjeros. Será usado en proyectos como el Tren Maya.
4. La entrega indefinida del Tren Maya a la Sedena.
5. La concentración de las compras de gobierno en la Secretaría de la Función Pública. La Sedena y la Marina podrán contar con sus propias oficinas de compras con el riesgo de caer en la opacidad.
6. La extinción de la Financiera Rural, encargada de brindar créditos a productores.
7. Todas las actividades de protección del espacio aéreo serán coordinadas por la Sedena.
8. Modificaciones a la Ley Minera, que disminuye de 100 a 80 años la duración de las concesiones mineras.
9. Reducción de la edad para ser Diputado (18 años) y Secretario de Estado (25 años).
10. Se extingue el Conacyt. La junta de gobierno del órgano que lo sustituye participa la Sedena y la Marina, pero excluye a instituciones académicas y entidades federativas. Asignación de becas solo a quienes trabajen en las prioridades del gobierno.
11. Fovissste podrá solicitar el descuento de hasta el 30% del salario de quienes tengan adeudos no cubiertos.
12. Hasta 16 años de prisión por tala y comercio ilegales de productos maderables.
13. Hasta 15 años de prisión por importación ilegal de precursores químicos para drogas sintéticas como el fentanilo. Hasta 10 años por posesión. Se obliga a la industria farmacéutica a vigilar el uso de precursores y notificarlo a la Cofepris.
14. Permiso de 5 días hábiles para madres y padres trabajadores, del sector público y privado, por muerte fetal y perinatal.
15. Facultar a entidades federativas para impulsar incentivos fiscales a favor de vehículos eléctricos, así como la transición a transporte público eléctrico.
16. Reducción de límites de velocidad en zonas de hospitales, albergues y entornos escolares.
17. Acceso a pequeñas y medianas empresas al mercado bursátil mediante la emisión de deuda o capital para obtener financiamiento para su crecimiento.
18. Fortalecer la regulación de los Centros de Justicia para Mujeres. Se les garantiza presupuesto gracias a la presión de diputadas de oposición.
19. Ley 3 de 3 a fin de suspender derechos para ocupar cargo, empleo o comisión del servicio público a agresores sexuales y deudores alimentarios.
20. Se excluye a la Secretaría de la Función Pública en los procesos de licitación pública de bienes nacionales.
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En medio de esa caótica sesión ocurrió de todo. Ante la falta de quórum (con 64 de 128 senadores) para votar estas reformas, se tomó protesta a la suplente a la senadora Claudia Esther Balderas, quien estaba en Europa representando a la Cámara Alta. Leticia Robles, cronista parlamentaria de amplia trayectoria, publicó pruebas que demostrarían que la licencia de la Senadora Esther se realizó con una firma falsa. No siendo suficiente, la propia legisladora pidió regresar a sus labores a partir del sábado 29 abril, justo cuando su suplente seguía votando reformas en la madrugada.
Nótese las diferencias en la firma de la Senadora Balderas. A la izquierda, su solicitud de licencia. A la derecha, otro documento para comparar.
El proceso legislativo de la Ley de Ciencia también está enlodado. En la madrugada del sábado, el Senado modificó la composición de la Comisión de Ciencia y Tecnología para asegurar una mayoría oficialista y el quórum. Aun así, las comisiones dictaminadoras nunca se reunieron y sesionaron oficialmente para discutirla. En lugar de eso, simularon haber aprobado la ley reuniendo firmas de sus integrantes.
Frente a todas estas irregularidades, la oposición recientemente anunció que impugnará la mayoría de las reformas aprobadas, dejando intacta la Ley 3 de 3. ¿Podemos depositar nuestras esperanzas en la Corte?
Recientemente supimos que el Ministro Alberto Pérez Dayán preparó un proyecto para invalidar la primera parte del Plan B, en materia de comunicación social, precisamente por violaciones al procedimiento legislativo. Recordemos que ambos paquetes de la reforma se presentaron y se votaron en ese mismo momento, y en un plazo de 9 días estaba aprobada casi en su totalidad. Entonces es posible que también aplique a las reformas de la semana negra del Congreso.
Sin embargo, ese no es el único problema. Lo que vivimos en esos días fue una demostración de poder y un claro desafío al orden constitucional por parte del presidente López Obrador. ¿Qué haremos como sociedad si decide aprobar más leyes de esta forma? ¿Y si, peor aún, decide no acatar las decisiones de la Corte?
@Juan_OrtizMX
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