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EMEEQUIS.– Ni el caudal de negaciones, cartas de tutores académicos, fintas legales y francas mentiras, ni la defensa presidencial, fueron suficientes para ocultar lo que era evidente desde la primera denuncia: Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), copió la tesis que le permitió obtener el título de abogada.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dio a conocer esta tarde el fallo del Comité del Comité de Integridad Académica y Científica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, campus al que asistió Esquivel Mossa, el cual determinó que Esquivel Mossa plagió el texto que presentó para titularse.
Comunicado de la UNAM firmado por el rector.
La máxima casa de estudios del país anunció que enviará el contenido de la resolución a la Secretaría de Educación Pública (SEP), “para los fines a que haya lugar”, pues explicó que “de la interpretación solicitada a la Oficina de la Abogacía General se desprende que la normatividad universitaria carece de los mecanismos para invalidar un título expedido por la Universidad Nacional, aún y cuando el plagio de una tesis esté documentado”.
De modo que el destino del título obtenido de manera fraudulenta por la esposa del empresario constructor José María Riobóo, cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, está ahora en la cancha del gobierno federal. Pero también en la de la propia SCJN, que deberá determinar si mantiene en la posición de ministra a la plagiaria.
Comunicado de la FES Aragón.
TÍTULO SIN LICENCIADA
En el comunicado en el que dio a conocer su fallo sobre el plagio perpetrado por Yasmín Esquivel, suscrito por el propio rector de la UNAM, Enrique Graue, este advirtió: “El plagio, que no quepa duda, es una práctica inadmisible que seguiremos combatiendo”.
Explicó que “del análisis comparado de contenidos, cronología y estilos de escritura, el referido Comité concluyó que la entonces alumna de la FES Aragón, Yasmín Esquivel Mossa, copió parte sustancial del contenido de la tesis presentada un año atrás por el alumno de la Facultad de Derecho, Édgar Ulises Báez”.
También detalló que otros involucrados en el procedimiento fraudulento están siendo investigados, comenzando por la directora de tesis de Yasmín Esquivel: “Se me ha informado también que en la FES Aragón está en curso el procedimiento de investigación administrativa, como lo establecen la legislación universitaria y los compromisos contractuales, a la profesora Martha Rodríguez Ortiz, que fungió como directora de las tesis mencionadas, para que explique las razones de su actuar”.
Como quedó dicho en líneas previas, la UNAM enviará la documentación oficial de sus conclusiones sobre la investigación del plagio a la SEP, que encabeza Leticia Ramírez Amaya, para que defina el destino del título que hizo pasar por abogada a Yasmín Esquivel por más de tres décadas.
No se comentó nada sobre posibles ilícitos derivados, como la usurpación de profesión.
EL CAUDAL DE MENTIRAS
Primero rechazó que hubiera plagiado la tesis, luego trató de amenazar legalmente a Latinus, medio que denunció la obtención fraudulenta del título, más tarde sugirió que era ella la víctima de plagio, y al cabo se perdió en un mar de contradicciones que complicaron aún más su situación.
En una carta publicada el 25 de diciembre, la ministra Esquivel, que aspiraba entonces aún a presidir la Suprema Corte, explicó: “Mi tesis ‘Inoperancia de Sindicatos en Trabajadores Confianza del Artículo 123 Apartado A’ es un proyecto original auténtico que empecé a redactar y revisar desde 1985. Un año antes de la tesis ‘similar’ que habría elaborado el estudiante Edgar Ulises Báez Gutiérrez”.
Y advirtió que tomaría medidas: “Por lo pronto, he denunciado ante fiscalía correspondiente, el supuesto plagio de mi proyecto de tesis”.
Pero la denuncia que el 21 de diciembre por Guillermo Sheridan, académico de la UNAM, en el que expuso las dos tesis con similitudes casi totales, era demasiado contundente como para negar el plagio. Pero Esquivel lo negó.
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El tema generó un revuelo mediático que la ministra calificó como “una campaña” en su contra, ocupada como estaba en salvar su condición de candidata a suceder a Arturo Zaldívar como ministro presidente de la Corte.
Y es que Edgar Ulises Báez Gutiérrez, autor del texto plagiado, publicó su tesis en julio de 1986, mientras que la aún ministra lo hizo en septiembre de 1987, lo que de entrada complicaba la hipótesis de que ella era la víctima de plagio.
Además, en las referencias bibliográficas de ambas tesis no hay ninguna de 1987, lo que debilitaba aún más la acusación de Esquivel Mossa. Ella refiere que empezó a redactar y revisar su tesis desde 1985, y la fecha de presentación es de septiembre de 1987, por lo que existe un hueco de ocho meses en la bibliografía que es difícil de explicar.
Pero ella insistió en su condición de víctima. Encima, Esquivel Mossa no hizo cambios de fechas al documento que presentó, salvo una cita de año, de 1986 a 1987, cuando la presentó.
Por ejemplo, en la página 93, Báez Gutiérrez señala: “De lo expuesto, es lógico advertir que en un futuro próximo, será posible, que en la República Mexicana, se integren, registren y funcionen Sindicatos de Trabajadores de Confianza; porque la crisis económica actual, año de 1986, ha ahondado la crisis política…”. Mientras que en el texto de Esquivel Mossa, prácticamente idéntico, sólo se le cambia el año referido a 1987, que fue cuando presentó su tesis.
Asimismo, en una referencia a los años transcurridos tras la Revolución mexicana, la tesis de Báez los trae de manera correcta y en la de Esquivel están mal.
El politólogo José Antonio Crespo, planteó la siguiente teoría en su cuenta de Twitter: “La única forma de explicar que Esquivel fue plagiada es ésta: Yasmín escribe su tesis en 1985-86. En 1986 conoce a Baez y le presta su borrador por alguna razón. Baez la publica como suya y Esquivel no se entera. En 1987 Yasmin publica su tesis y la directora de ambas calla”.
Mientras que la constitucionalista de la UNAM, Susana T. Pedroza, señaló en medio de la polémica: “La ministra Yasmín Esquivel se titula a finales de 1987, pero en sus referencias bibliográficas no contempla ninguna de 1987, salvo en el periódico al que le cambió el año pero es la misma nota periodística”.
También esgrimió que una carta certificada por notario decía que Báez había copiado parte de la tesis, pero el mismo aludido lo desmintió en una entrevista publicada por Eje Central.
AMLO: MUCHACHADAS
El 23 de diciembre, cuando el tem se hallaba en lo más alto en medios y redes sociales, AMLO salió en defensa de Yasmín Esquivel:
“Tiene que resolverlo la autoridad competente, yo en este caso no soy objetivo del todo porque considero que cualquier error, anomalía, cometida por la ministra Yasmín cuando fue estudiante, cuando presentó su tesis de Licenciatura, es infinitamente menor al daño que han ocasionado a México Krauze y el señor que hace la denuncia, Sheridan, esos le han hecho mucho daño a México”.
Acusó: “Ese grupo ha convalidado el saqueo o fue partícipe, convalidando el saqueo que se cometió en México en el periodo neoporfirista. Entonces, a lo mejor me equivoque con lo de la Ministra, pero prefiero eso a tener la razón con estos intelectuales orgánicos alcahuetes del régimen conservador”.
Días después, cuando la crítica arreciaba, el tabasqueño lamentó: “Pobre abogada Yasmín, toda una guerra de potentados, medios de información, columnistas, intelectuales del régimen, vendidos y alquilados. Una lanzada contra la señora”.
Al cabo llegó a sus fines, cuando reprochó que, de los cuatro ministros que propuso para la Corte, dos le dieron la espalda al movimiento que encabeza, aunque dijo confiar en que haya ministros “no incondicionales”, sino que defiendan el proyecto de transformación y que no defiendan al antiguo régimen.
Y es que Esquivel era la candidata visible de AMLO para suceder al ministro Arturo Zaldívar en la presidencia de la SCJN. Pero los magistrados eligieron a la ministra Norma Piña.
@emeequis
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