SOBRE EL AUTOR
EMEEQUIS.– La detención de la jueza Angélica Sánchez, ocurrida la semana pasada, y la imposición de un año de prisión preventiva en su contra, han reavivado uno de los pleitos que han sacudido al obradorismo: el del senador con licencia Ricardo Monreal Ávila y el gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez.
Además, el conflicto atiza el proceso sucesorio de Morena, pues el gobernador veracruzano no sólo es uno de los mandatarios preferidos de AMLO, sino uno de aliados y partidarios incondicionales de Claudia Sheinbaum, la aspirante a la candidatura presidencial morenista que más impulso ha recibido del tabasqueño.
En su más reciente episodio, la pelea entre el veracruzano y el zacatecano concluyó sin perdedores: el colaborador de de Monreal, José Manuel del Río Virgen, fue liberado seis meses después de que la justicia veracruzana lo apresara bajo imputaciones de homicidio que no se pudieron probar.
Además, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) quitó al veracruzano el instrumento de sus vendettas, ya que declaró inconstitucional el delito de “ultrajes a la autoridad”.
A cambio, Monreal se distanció claramente de Palacio Nacional, y entró en una especie de tregua con Claudia Sheinbaum.
Ahora, la detención de la jueza Angélica Sánchez, que ha sido calificada como consigna, parece marcar un nuevo episodio en el enfrentamiento.
La detención ocurrió en territorio de Sheinbaum –aunque la Fiscalía capitalina se deslindó de la aprehensión–, justo después de recibir un homenaje que le tributaba el Senado de la República de manos del mismo Monreal.
Así fue la detención.
Y ahora, este modus operandi del mandatario veracruzano se ha extendido a la prensa. La reconocida periodista Claudia Guerrero ha sido citada por la Fiscalía para dar cuenta sobre una investigación publicada el año pasado. Medios locales han alertado de la intención del gobierno estatal de implicar a la comunicadora con el caso de la jueza Sánchez, como venganza por su posición crítica.
Guerrero ha pedido el apoyo del gremio nacional e internacional ante la persecución judicial emprendida por el mandatario morenista de Veracruz.
LA ORDEN DE CUITLÁHUAC
El pasado 21 de agosto, tras considerar insuficientes los elementos presentados por la fiscalía veracruzana, la jueza decidió no vincular a proceso a Itiel Palacios García, nombrado como “compa playa” en las actuaciones, imputado de haber asesinado, en 2019, al líder cañero y en ese momento diputado local priísta, Juan Carlos Molina.
La jueza no cumplió la expectativa del mandatario estatal y el castigo llegó. El 5 de junio pasado fue detenida bajo la acusación de haber disparado un arma de fuego contra policías.
Ante la falta de elementos, 48 horas después, el 7 de junio, la jurisconsulta tuvo que ser liberada. Pero en una entrevista con la periodista Adela Micha, la jueza denunció que había sido objeto de una detención ilegal, tortura psicológica y falsificación de pruebas:
“Dijeron que había disparado en contra de policías, lo que es absurdo y falso. Cuando me levantaron los policías porque fue sin una orden de aprehensión en Xalapa, me subieron a una patrulla a empujones, me esposaron y me llevaron al cuartel de San José, ahí me tuvieron incomunicada cinco horas con la cabeza cubierta, me insultaron, me agredían y me decían que yo tenía que firmar [un papel que estaba] en blanco. En un patio me hicieron disparar un arma chiquita (…), el elemento me sujetó la mano, me jaló el dedo (sobre el gatillo), (…) recogieron los casquillos y esos son los que están en cadena de custodia”.
Pero la Fiscalía General de Justicia de Veracruz, que está a cargo Verónica Hernández Giadáns (una incondicional del gobernador, a quien le debe el puesto, tras la salida de Jorge Winckler, con quien el mandatario tenía un profundo desencuentro), comenzó a filtrar que la jueza estaba ligada al crimen.
Antes de ser detenida, recibió un homenaje en el Senado.
El viernes 16 de junio fue detenida en la Ciudad de México, donde se hallaba para asistir al homenaje en la Cámara de Senadores y para buscar una reunión con la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, según trascendió en notas de prensa.
En el recinto del Senado, Ricardo Monreal, aún en funciones de presidente de la Jucopo, hizo público su apoyo a la jueza. “Le deseo que nada interrumpa su independencia, su criterio y que no haya ningún acto que perturbe su libertad y su actitud de resolver conforme a los elementos. (…) Mi solidaridad con usted, jueza”.
Apenas poco después, sin exhibir orden de aprehensión, en un vehículo no oficial que portaba placas del Estado de México, e ignorando un amparo contra acciones de la fiscalía veracruzana, elementos de la Guardia Nacional aprehendieron a la jueza.
La Fiscalía General del Estado formuló imputación en contra de Angélica Sánchez por la presunta responsabilidad de los delitos “en agravio de la fe pública y tráfico de influencia”.
Y este sábado, el juez de control concedió a las autoridades ministeriales la imposición de las medidas cautelares que solicitaron: prisión preventiva justificada por un año para la jueza.
Ayer, el senador (con licencia) Monreal posteó en su cuenta de Twitter: “La justicia es nuestro ideal y nuestro propósito principal. Mi solidaridad con la jueza de Veracruz Angélica Sánchez Hernández. No estará sola, recobrará su libertad y dignidad. Abrazo a su familia.”
Y AHORA, CUITLÁHUAC VA CONTRA PERIODISTA
Ahora Cuitláhuac García parece enfocarse en una periodista: el mismo jueves, la Fiscalía veracruzana entregó un citatorio a la periodista Claudia Guerrero Martínez, para que comparezca, en calidad de investigada, dentro de una carpeta de investigación que data del 2022.
Extraoficialmente se ha filtrado a los medios que buscan implicarla en el caso por el que fue apresada la jueza Angélica Sánchez.
Premio Nacional de periodismo 2015, Claudia Guerrero es una periodista crítica que ha sido objeto de la animadversión de sucesivos gobernadores y funcionarios estatales. El sitio veracruzano de noticias Bajo Palabra refiere: “Vale recordar que César del Ángel y sus 400 pueblos cercaron la casa de la periodista por varios días, lanzando piedras y amenazas en su contra”.
Según dicho medio, Guerrero es particularmente incómoda para la administración del morenista Cuitláhuac García: “Es una piedra en el zapato de este gobierno que, ha decidido, quitársela de encima a como dé lugar. La consigna es «chingarse a la periodista, que tanta lata ha dado»”.
Hoy, Claudia Guerrero lanzó un llamado de apoyo “a las organizaciones como Artículo 19, al Mecanismo para la Atención de Periodistas perteneciente a la Secretaría de Gobernación, la cual estoy adherida, a las organizaciones de periodistas en Veracruz, de todo el país e internacionales, así como a mi asociación de casa, el Club de Periodistas de México A.C., a que eleven la voz y no permitan que Cuitláhuac García y la FGE abran carpetas de investigación en contra de periodistas en Veracruz, por el simple hecho de realizar nuestro trabajo periodístico y en venganza te involucran en investigaciones ministeriales y te citan con el fin de probar hasta dónde llega la ‘tenebra’ de gente maquiavélica para afectar a la periodista”.
@emeequis
Powered by Froala Editor
