SOBRE EL AUTOR
EMEEQUIS.– Sara siente algo extraño en su cuerpo: como si fuera un abanico, agita, hacia adelante y hacia atrás, la blusa que tiene puesta, para que el aire aminore lo que siente. “Hace calor”, “tengo mucho calor”, dice. “¿Tú no tienes calor?”, le pregunta a Javier, quien, con la mano sobre la boca para contener la risa, mira a la cámara oculta… de la que Sara no se ha percatado.
Se mueve como si un fuego la recorriera por dentro. Se dobla, hace con sus brazos una camisa de fuerza y luego lleva las manos a sus rodillas, como si tratara de contener ese calor inaudito, que llegó de repente.
Javier sube videos a Facebook y Youtube sobre “bromas” o “retos” que son tendencia. En este clip la protagonista es Sara, aunque ella no lo sabe. El título dice “Broma del V1agra”. La descripción añade: “¡no se aguantó las ganas!”.
La historia no es única. Se trata de una “broma” que, aunque desde hace unos años es popular entre youtubers en México y otros países hispanos, continúa vigente entre generadores de contenido por Internet. Ha tenido desenlaces graves, como el de un menor de 13 años en Córdoba, Argentina, que fue internado de urgencia en agosto de 2018 porque dos de sus compañeras escondieron dos pastillas de Viagra en una bebida, lo cual le causó dolor intenso en el pene, así como actividad febril y cardiaca.
NO ES BROMA… ES AGRESIÓN SEXUAL
Además de los riesgos, activistas feministas y por los derechos sexuales y reproductivos alertan que puede configurar en abuso sexual, porque la víctima de “la broma” no está consciente de que alguien colocó en su bebida un estimulante sexual.
La trama de los videos es siempre la misma: una persona –regularmente mujer– toma un estimulante sin saberlo. El objetivo de la grabación es mostrar cómo se desinhibe y tiene deseo sexual. El video termina cuando, se sugiere, intiman. De los cientos de registros existentes en redes sociales, en algunas ocasiones el final no es el acto sexual, e incluso algunos no lo hacen porque reconocen que se trataría de “un abuso”, porque la víctima de la “broma” no está totalmente consciente.
“Efectivamente es una agresión sexual. Desde mi punto de vista están cometiendo el delito de violación por dos razones: no hay consentimiento de la sustancia y la grabación de lo que ocurre, que, además, dependiendo del estado donde ocurra hay distintas penalidades si además son cometidos contra adolescentes”, considera Adriana Patlán, directora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddser), sobre los casos en que, sugieren las grabaciones, hay actividad sexual.
La especialista amplía su postura basada en posibles agravios que ocurren: “Aunque algunos códigos penales podrían mencionar que no es violación porque no hay uso de ‘violencia’; sin embargo, el uso de drogas me parece una violencia psicológica por el impacto que tiene en la difusión de los videos en las redes.
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“Porque, además, el delito de violencia digital tiene que ver con la distribución de material con beneficio lucrativo, que es la finalidad de estas páginas de youtubers de obtener no sólo likes, sino de monetizarlo”, afirma.
Aunque muchos títulos de forma genérica hacen referencia al Viagra, las pastillas y gotas que emplean los youtubers son diferentes compuestos, pero todos, con base en su descripción farmacéutica “actúa(n) sobre algunos procesos químicos que se llevan a cabo en el cerebro, los cuales están muy relacionados con el deseo sexual de la mujer”.
Además, fomenta “un sustancial aumento de la circulación de la sangre en la zona pélvica, permitiendo a la mujer reforzar las sensaciones externas a la vagina y, por ende, intensificar el orgasmo femenino”.
Por esa razón, como en el video de Sara, que es uno de los disponibles en Facebook, las sensaciones se concentran en el cuerpo.
La descripción del medicamento refiere que los efectos pueden durar hasta cinco horas y que el tiempo de respuesta entre tomar una pastilla y que libere el deseo es de 30 minutos.
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“Por supuesto que es una agresión sexual, puesto que el fin de los estimulantes es influir directamente en el comportamiento sexual de las mujeres. Recordemos la que definición de violencia sexual es un acto que atente contra el normal desarrollo psicosexual”, expone la también activista y abogada Bertha Miranda Rodríguez.
“Efectivamente esta práctica forma parte de los delitos catalogados dentro de la violencia sexual, porque sí atenta y va enfocado a hacer uso de un comportamiento sexual, o a estar pendientes y observando un comportamiento sexual de una persona en contra de su voluntad y que es resultado de estos estimulantes que están administrando a sus alimentos sin su consentimiento.
IMPORTANTE: DENUNCIAR
“Aquí lo más importante es que las víctimas lo identifiquen y que además conozcan a dónde lo deben denunciar, porque al final de cuentas es un acto de violencia sexual que muchas no denuncian por temor o estigma”, añade Miranda.
En el buscador de Google, la descripción “broma de viagra en bebida” también remite a páginas de contenido pornográfico, con descripciones de supuestas historias que también incluyen a “categorías”, como agrupan el contenido, con descripciones como las siguientes: “jovencitas”, “colegialas” o “incesto”.
Miranda Rodríguez menciona que, aunque en el caso del contenido en Facebook, que no tiene características pornográficas porque está restringido por la red social, estas “bromas” fueran hechos “actuados”, por los protagonistas, el mensaje que se envía es negativo, porque alguien, por generar contenido y obtener “vistas” y “reacciones” podría replicarlo.
“Es negativo porque además están fomentando prácticas que son delitos y normalizando conductas”, remarcó, además de advertir que quienes compartan este contenido sexual explícito pueden ser sujetas a proceso penal.
@axelchl
